viernes, 4 de septiembre de 2009

VIRGEN DE LAS LAJAS

En la parroquia de San Antonio de Ibarra existe una fiesta que celebran los devotos en el mes de septiembre segun la leyenda :






EL ENCUENTRO DE LA SILUETA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE LAS LAJAS  EN UNA PIEDRA ROCOSA
EN PUGACHO.
La devoción a la Virgen en la advocación de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas, ha obtenido un lugar muy importante en la historia de San Antonio, todos sabemos que ella seleccionó a esta parroquia para quedarse entre nosotros para siempre.
Por ello valoramos su gesto generoso y nos hemos propuesto impulsar y difundir el culto que Ella se merece.
El 15 de Septiembre de cada año celebramos con gran júbilo y entusiasmo, la fiesta en honor a nuestra Patrona La Reina de las Lajas, con la participación de las autoridades eclesiásticas y civiles y por lo tanto la concentración masiva de miles de peregrinos que se dan cita para visitar a la Virgen Prodigiosa.
SU HISTORIA.
Se realizó, el encuentro de la Imagen de la Virgen dibujada a perfección en un enorme bloque de piedra en Pugacho.
el lugar donde fue encontrada la piedra en la que estaba dibujada la Silueta de Virgen del Rosario, se llama Pugacho. Este sector es un barrio que pertenece a  la Parroquia eclesiástica  “Jesús del Gran Poder”.Con toda seguridad podemos decir que las manos de un Artista como Fray Pedro Bedón y Díaz  de Pineda lo diseñó en uno de sus viajes hacia el vecino País (Colombia) permaneciendo totalmente oculta a la vista de los caminantes. Nuestro antepasados hacían uso de este sendero pedregoso llamado (Chaquiñán) para llegar en menos tiempo hacia la carretera empedrada que conducía a la ciudad de Ibarra.
Cierto día del mes de Septiembre de 1885 se cuenta que unos picapedreros fueron a este lugar rocoso muy apropiado para derrocar enormes bloques de piedra de los cuales labraban molones para las construcciones. Muy temprano empezaron su faena diaria, como era su costumbre santiguándose y encomendándose a la Virgen, sin saber lo que iba a suceder en ese día. De inmediato afanosamente comenzaron  su labor; derrocando bloques enormes de piedra, entusiastas desbastaban las partes más toscas en su entorno. Y en un momento jamás esperado ¡OH Sorpresa! en uno de esos bloques al darle una vuelta para seguir puliendo su obra, llenos de asombro observaron de manera muy visible y bien marcada, la Silueta de Virgen del Rosario y a su lado San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.
Muy asustados y con cierto temor, suspenden su trabajo y se encomiendan nuevamente a la Virgen María; dialogan y deciden, trasladarse a la Ciudad de Ibarra en busca de un Sacerdote, para contarle dicho suceso sin que se diera ninguna importancia y así regresaron al lugar muy desalentados. Días después se pusieron de acuerdo con otros compañeros y vecinos del lugar y con mucho cuidado y respeto, trataron de alisarla y rebajar su peso. Se dice que formaron una Huanga con pingos gruesos y algunos cabestros con el afán de moverla. Este hallazgo causó gran revuelo en la Ciudad de Ibarra, Caranquí, Atuntaqui que  eran parroquias pertenecientes al Cantón Ibarra. De todas partes llegaban, grupos de personas a contemplar la Imagen y en ellos se manifestaba el afán de llevarla y por más esfuerzos que ponían, la piedra se resistía a ser movida.
Ante estos hechos nuestros, abuelos contaban, con lujo de detalles, que acudieron ansiosos los católicos Sanantonenses y trataron de hacer el último esfuerzo. Para esto solicitaron al Señor Alonso Tobar propietario de la hacienda Chorlaví, les prestaran una carreta cuya construcción era un cajón grande de madera de eucalipto, tenía cuatro ruedas de hierro forjado que halaban dos bueyes o caballos con su arriero para manejarla y servían para el transporte de los granos cosechados en las haciendas. Con gran asombro de los presentes vieron que, reforzando un tanto más la Huanga la piedra se movió y fácilmente se dejó manejarla para subirla sobre el cajón de la carreta y llenos de inmensa alegría  resolvieron enviar un emisario al pueblo de San Antonio a fin de manifestarle al Párroco todo lo sucedido.
La idea fue del agrado de todos los presentes y consiguiendo un caballo en la misma hacienda uno de los presentes partió a galope; cuesta arriba a cumplir su encomienda, cuando llegó a la casa parroquial muy emocionado explicaba con todo detalle el acontecimiento.
El Párroco de aquella época se llamó David Martínez Orbe quien demostró ser una persona seria y responsable de sus actos pero de ninguna manera fue incrédulo, ante la demostración de fé de sus feligreses, fijó sus ojos en aquel emisario; y pidiéndole el caballo se dirigió hacia el lugar indicado  allí encontró a mucha gente congregada que ansiosos esperaban su llegada. Pues estaban rezando y cantando a la Virgen. Abismado examinó el bloque de piedra y en efecto se notaba claramente la Silueta de la Virgen del Rosario y en sus brazos El Niño Dios junto a Ella estaban de rodillas San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.
El párroco se convenció de la realidad les invitó a los presentes a rezar una oración y dispuso proseguir el camino en procesión rezando y cantando con mucha devoción, hasta llegar a la puerta del templo. Se dice que el sacristán de aquel tiempo fue el joven Moisés Echeverría, muy emocionado y contagiado por la fe de quienes venían en procesión tocó las campanas del templo para dar la bienvenida a la Imagen de la Virgen.
El párroco con mucha cautela y prudencia, tomó la iniciativa de darle un lugar en el interior del templo y prohibió terminantemente colocar velas encendidas antes de la Bendición Litúrgica.
Días después se dirigió a la ciudad de Ibarra, a exponerle al Obispo de la Diócesis, todo lo sucedido en su parroquia, manifestándole su proyecto de adecuar un lugar para darle publica veneración ya que su pueblo estaba convencido que la Virgen nos eligió para ser nuestra protectora. El Prelado de esa época fue el tercer Obispo de la Diócesis de Ibarra su nombre Monseñor: Pedro Rafael Gonzáles y Calisto que administró la Diócesis desde 1876  a 1893 y después  de deliberar con nuestro párroco decidió dar su aprobación y bendecirla para colocarla en la capilla lateral de la Inmaculada Concepción.
La Eucaristía tuvo lugar el 15 de Septiembre de 1886 con la presencia del Prelado y todo el pueblo congregado en el templo es decir un año después del traslado de la Imagen desde Pugacho, quedando así establecida esta fecha para la celebración de su fiesta.


S.E MONSEÑOR: PEDRO RAFAEL GONZALEZ Y CALIXTO
1876- 1893
Cada año que pasaba aumentaba la devoción y fervor debido a los milagros que experimentaban los peregrinos, por ello se convirtió en fecha histórica y muy esperada por los pobladores.
Los devotos llegaban de todas partes ya sean en el ferrocarril o simplemente a pies descalzos.
Nuestro templo siempre fue pequeño para recibir a los devotos de la Virgen Prodigiosa.
Así pasaron muchos años, y cuando llega a nuestra parroquia como párroco el venerable Señor. Cura Carlos A. Vacas por segunda ocasión en el año de 1922 decide en consenso de los pobladores más notables de ese tiempo como son: Los Señores Heliodoro Ayala ,Alonso Tobar, Rafael Terán, Leonardo Federico Cevallos padre del que nosotros conocimos Agustín Proaño, Antonio García, Antonio Montesdeoca y otros con quienes se reunía con frecuencia y determinan realizar el trabajo de la pintura de la Iglesia Parroquial; esta fue construida por nuestros antepasados después del terremoto de 1868 y se mantenía únicamente blanqueadas sus paredes con cal.
Los pobladores muy emocionados acogieron con beneplácito y dieron toda su colaboración y resuelven darle esta obra al pionero del arte de la pintura de San Antonio  Luís Felipe Reyes.


LUIS FELIPE REYES
Obra que lo realizó en dos años 1923 a 1925 una vez culminada la pintura de la Iglesia deciden también pintarle la silueta de la Virgen encontrada en Pugacho con el mismo artista y colocarle en el Centro del Altar Mayor.


S.E MONSEÑOR: ALBERTO MARÍA ORDOÑEZ
1916 - 19932
La bendición de la pintura de la Iglesia y la Imagen se determinó para el 15 de Septiembre de 1925 la misma que el pueblo de San Antonio lo celebró con mucha pompa y solemnidad. La bendición nos dejó un recuerdo imborrable, año tras año lo recordamos y fue impartida por Monseñor: Alberto María Ordóñez quien administró la Diócesis de Ibarra desde 1916 a 1932 siendo el Sexto Obispo de la Diócesis. Con esta celebración nuestra parroquia contaba ya con una fiesta anual  constituyéndose en parte fundamental de nuestra historia.
QUINCENARIO DE LA VIRGEN DE LAS LAJAS DE SAN ANTONIO DE IBARRA
En el año 1971 estando como párroco el Padre Luís Tamayo quien puso a consideración de los pobladores que a esta fiesta es necesario darle mayor solemnidad, procede a pedir a  sus feligreses le acompañen a rezar el Rosario de la Aurora, al iniciar un quincenario en el que se demuestre el Amor a nuestra Reina La Virgen de las Lajas. La decisión del párroco tuvo gran éxito. Los católicos creyentes acudieron entusiasmados al llamado del párroco mediante un programa muy sencillo, desde luego que era leído en las misas y por los parlantes de las torres de la Iglesia se publicaba la participación de los barrios y calles de la población en su orden para cada día. Para el Rosario de la aurora se  arregló una pequeña anda con un cuadro de la Virgen de las Lajas venerada en Ipiales Colombia era llevada en hombros a los diferentes sectores para llegar en procesión hasta el templo rezando y cantando a la Virgen; a continuación tenia lugar la celebración Eucarística y al final entregaban una ayuda económica al párroco para el ornato de la Iglesia. Así quedó establecido el quincenario en honor a nuestra Imagen La Virgen de las Lajas. En el año de 1980 llegó a  nuestra parroquia como  párroco el Reverendo Señor Cura Clímaco Jacinto Saraúz  quien resuelve mandar a trabajar una imagen en escultura para que salga de visita a los barrios durante el quincenario y el escultor de esta imagen viajera fue  el Señor Cruz Elías Rivadeneira discípulo de Mariano Reyes.
El quincenario y la fiesta ha ido tomando fuerza debido a la fé de los peregrinos que encuentran en está imagen el remedio eficaz a sus problemas.